Nace en el 2005 con toda la experiencia de sus socios fundadores, a la que se añaden otros socios consultores, todos con experiencia previa en las más diversas actividades y funciones empresariales, lo que nos permite tratar los problemas desde una perspectiva multidisciplinar, porque entre nuestros socios hay ingenieros, economistas, sociólogos... que son o han sido desde empresarios a directivos dentro de sectores tan diversos como el energético, industrial, tecnológico, empresa familiar...
Nosotros diseñamos nuestro negocio como una consultoría a medida “tailor made” porque pensamos que en el ámbito de las personas “solo cabe el sastre o el desastre”.
Nosotros trabajamos para conseguir ventajas competitivas y entendemos que la técnica, las herramientas y los conocimientos de negocio, por si solos, no generan ventajas competitivas. Es necesaria una buena visión de gobierno. El orgullo de pertenencia a la empresa es una de las claves de nuestra ventaja actual y futura.
Nosotros creemos que el equilibrio de intereses de los “stakeholders” son el origen y la base de la organización humana. Nada puede perdurar y crecer bajo el principio del uso y abuso del otro. Todos sin excepción deben ganar en la relación. Nadie cede cotas de libertad sin contrapartida.
Nuestros productos han sido contrastados en multitud de compañías con éxito y han constituido un apoyo significativo en la consecución de resultados. Nosotros no creemos en los “castillos en el aire”, nosotros construimos con los “pies en la tierra” y sabemos que no es posible la perdurabilidad de las compañías sin resultados en el corto y medio plazo.
Nuestro objetivo es favorecer e impulsar el desarrollo de nuestros clientes mediante el asesoramiento en materia de desarrollo de personas y la aportación de reglas de gobierno, todo ello con un enfoque humanista de la gestión, que es nuestra META, para conseguir y favorecer la máxima rentabilidad, la creación de empleo y el desarrollo profesional de sus empleados.
La Unidad y la actitud interna de apoyo, la creatividad y servicio son en su conjunto un valor que debe ser obsesión y ocupación de todos. Sin ellos no existirá la sinergia generadora de los beneficios, tangibles o intangibles, que justifican nuestra existencia. Las críticas gratuitas, por ambición o personalismos, difundidas fuera de la persona o la unidad que puede remediar las cosas, son prácticas que perjudican a todos y una forma de suicidio corporativo que no podemos permitirnos.
La apertura al cambio y al desarrollo. Examinarse, corregir y cambiar lo que no funciona es una de las claves del éxito en los negocios. La historia de todas las batallas perdidas empieza siempre por "demasiado tarde".
La ética de los negocios está directamente relacionada con la confianza y el servicio. El beneficio mutuo entre empresa y empleados es lo único que justifica y mantiene una relación de confianza. El engaño, la utilización, la falta de compromiso o la irresponsabilidad son un síntoma de declive de cualquier organización.
La calidad de nuestro personal constituye la única fórmula de éxito para nuestros clientes y esta solo puede conseguirse con personal orgulloso, motivado e ilusionado en la consecución de la META.
La orientación al cliente es crucial en nuestro crecimiento y rentabilidad. Toda gestión debe estar basada en la Calidad Total y en el factor tiempo, que son piezas claves en nuestros esfuerzos por servir a nuestros clientes. Salir a su encuentro, estar cerca, responder a sus necesidades, mantener una organización orientada hacia él, eliminar barreras y no permitir que el tiempo pudra las relaciones o las gestiones deben ser las características prioritarias de un buen trabajo.
La formación y el desarrollo de nuestro personal es imposible de lograr sin una acción de los directivos basada en el apoyo, la ejemplaridad y la exigencia decidida en la vida diaria de la organización. Sin una actitud clara y decidida en la acción directiva no sería posible "una organización que aprende", que detecta a tiempo sus propios errores y que evita cualquier aparcamiento en lo burocrático. Evitar y corregir cualquier actitud inmovilista, exento de dinamismo y autoexigencia, es una obligación prioritaria de todos.
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